Mediación de conflictos y abogado laboralista

La mediación ofrece una forma de resolución de conflictos de muy diversa índole sin acudir a la vía judicial. En este procedimiento las partes implicadas establecen un diálogo y llegan a acuerdos en presencia de un mediador. A través de la mediación se pueden solucionar entre otros, problemas familiares (herencias, divorcios, custodias…), laborales, en comunidades de vecinos, en reclamaciones con empresas (telefónicas, bancarias, hipotecas, préstamos, etc.), e incluso denuncias que impliquen delitos menores.

Los conflictos a nivel de empresa también pueden ser solucionados a través de la mediación. Pueden ser conflictos entre trabajadores y empresa o incluso entre los propios trabajadores. Los conflictos no siempre tienen que estar relacionados con despidos, también en otras situaciones puede solicitarse una mediación laboral. En ocasiones pequeños conflictos pueden suponer bajas por depresión, distanciamiento y pérdida de productividad en una empresa y que pueden incluso acabar en despidos. La mediación profesional puede solucionar estos conflictos y evitar los costes económicos y personales asociados a ellos.

En la mediación no es necesario contar con un abogado, pero sí es recomendable contar con su asesoramiento para conocer todas las posibilidades antes de emprender una demanda judicial.

Los beneficios de la mediación son varios. Uno de ellos es el coste, tanto económico como emocional. Con la mediación no hay ganadores ni perdedores, se alcanzan acuerdos satisfactorios para ambas partes. Es más rápido en su resolución que el proceso judicial y, además, permite mantener las relaciones de forma amigable entre las partes en conflicto.

El papel del mediador en la resolución de conflictos

En una mediación hay tres componentes, por un lado, las partes en conflicto, pongamos empresario y trabajador o empresa y plantilla. Por otro lado, está el mediador, una persona neutral en el conflicto que va a permitir, utilizando distintas técnicas, que las partes lleguen a acuerdos firmes y de forma consensuada. El mediador en los conflictos laborales es recomendable que sea un profesional con conocimientos en derecho laboral, que en este caso no actúa en representación de ninguna de las partes pero que, debido a su formación y experiencia profesional en temas laborales puede dirigir la mediación hacia una resolución exitosa del conflicto. En cualquier caso, la carencia de conocimientos laborales, pueden ser suplicas por los abogados laborales de ambas partes, que deberán después dar la adecuada traducción jurídica del posible acuerdo de mediación.

Es importante reseñar que el mediador no decide ni dirime en el conflicto, solo guía en la resolución pactada de este utilizando una metodología que facilite la comunicación fluida y correcta entre las partes. Los abogados mediadores están formados específicamente para ello y actúan con neutralidad, imparcialidad y confidencialidad en todo momento.

Para poder actuar como mediadores los profesionales de la abogacía especializados en laboral requieren de una formación específica que los cualifica para realizar la mediación.

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