Cuando existe un conflicto podemos llegar a un acuerdo o entendimiento entre las partes sin iniciar la vía judicial a través de la mediación. Se trata de buscar una solución pactada sin pasar por el juzgado, ahorrando tiempo y dinero, tanto propio como público.
¿Qué es la mediación?
La mediación es un procedimiento en el que las partes en conflicto deciden de forma libre sentarse, dialogar y alcanzar acuerdos para resolver el enfrentamiento. Este proceso se lleva a cabo en presencia de la figura del mediador o mediadora. Esta persona es ajena e independiente a las partes y actúa simplemente como moderador o guía para que los participantes en la mediación alcancen acuerdos por ellos mismos. La mediación es un trámite independiente de la acción judicial.
¿Quién actúa como mediador?
El mediador es una figura imparcial que no tiene potestad para decidir ningún acuerdo ni para juzgar a las partes. Su función es actuar como moderador, centrando la atención de las reuniones y el diálogo en la búsqueda de acuerdos consensuados y aceptados por ambas partes. Para poder actuar como mediador se debe tener una formación específica. Abogados de familia, abogados laboralistas, psicólogos, graduados sociales y graduados en servicios sociales suelen ser profesionales que cuentan con los cursos de especialización requeridos por ley para actuar en la mediación de conflictos. Además de la formación específica también se les exige realizar cursos de formación continua.
¿Cuándo se puede acudir a la mediación?
Se puede acudir en el ámbito civil en casos de conflictos familiares, conflictos laborales, mercantil, sanitario, vivienda, consumo, etc.
Ventajas de la mediación
El simple hecho de haber llegado a la mediación ha permitido el acercamiento de las partes y que consientan en sentarse juntas a intentar solucionar el conflicto mediante acuerdos. Una importante ventaja de la mediación es que el hecho de haber llegado a un acuerdo pactado y consensuado por ambas partes que les permita mantener una relación futura cordial entre los implicados. Esto es especialmente importante en los casos de conflictos a nivel familiar y, muy especialmente, en los divorcios y separaciones con hijos. También resulta muy eficiente en conflictos laborales entre trabajador y empresa. Otra ventaja en la importante reducción de costes de una mediación frente a los costes de un juicio.
A través de una mediación no siempre se consigue que las partes lleguen a una solución acordada. En estos casos se hará necesario acudir a la vía judicial para que dicte resolución un juez. En todo caso, la mediación puede haber servido para acotar en cierta forma el problema teniendo que dirimir el juez sólo por algún aspecto concreto, llegando a algunos acuerdos previamente.
Existen distintas alternativas para resolución de conflictos sin trámites judiciales, siendo la mediación uno de ellos. Es un proceso muy recomendable en los casos de conflictos familiares y conflictos laborales entre empleados y empresa (despidos, etc.), ya que en un alto porcentaje de casos se consiguen alcanzar acuerdos que satisfacen los objetivos de las partes enfrentadas.